EN MEMORIA DE JOSEP LLUIS CAMINO

UNA NOTICIA GRATA

El día 25 de Mayo celebramos una Jornada sobre El Legado de Eric Berne, en La Casa Encendida, de Madrid. El organizador fue Agustín Devós, un sevillano intrépido y entusiasta editor de libros del Análisis Transaccional. Ya ha pasado a la historia de esta escuela en España. pues gracias a él vamos conociendo las obras de Berne y de Steiner.

Fue una de esas experiencias que impulsa a quienes pasan por ella, a cargar las pilas del entusiasmo.  El protagonista fue Eric Berne, por supuesto, pero también su discípulo preferido, Claude Steiner, sobre quien ya he escrito varias entradas en el Blog.  Se encuentra en plena forma, a sus 78 años.  ¿Quién es capaz de organizar una Jornada, con el mismo título, en tres países distintos, y con un dominio excepcional de los idiomas?. Primero, en Londres; después, en Madrid; y dos días después, en Berlín. El primer idioma que habló Steiner fue el alemán, en su nativa Austria; después, el español, puesto que vivió en Madrid de 1938 a 1945. Y finalmente, su tercera lengua fue el inglés, que aprendió en California.

… Y OTRA, MUY INGRATA.

Recuerdo que el  18 de abril recibí una llamada de Josep Lluís Camino (yo le llamaba José Luis, y así me voy a referir a él):  «Felicísimo, ¿has recibido mi libro?». Se refería a Los orígenes de la Psicología Humanista, que acababa de publicar en la Editorial CCS, y que yo había prologado. Después, y sin variar su siempre vibrante tono de voz, me dijo: «Me han diagnosticado cáncer de esófago, pero creo que voy a salir bien, porque estoy siguiendo el tratamiento que me han fijado los médicos». Le noté con tantas ganas de vivir como siempre.

Por eso, cuando me comunicaron que había fallecido el 5 de este mismo mes de Junio, no me lo quería creer.  Y no dudé un momento en acudir a Barcelona al oficio de su funeral, que tuvo lugar a las 16:30 del día 7 en el Tanatorio de la Ronda D’Alt. Viajé principalmente porque era mi amigo y, además, llevé las simpatías y condolencias de la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT).

El sacerdote que habló lo hizo muy bien, lo cual resulta una excepción dentro del panorama de la oratoria eclesiástica, que necesita una reforma muy profunda. Me parece más importante la reforma de la oratoria que la de la Liturgia, que ya tiene cuarenta años de antigüedad.

El oficiante resaltó las varias facetas de José Luis: Filósofo, psicólogo, profesor universitario, escritor, formador de grupos, impulsor de iniciativas… aunque yo hubiera acentuado la característica que más me llamaba la atención en José Luis: Su gran sentido del humor.  Un familiar de José Luis leyó un Soneto, de Unamuno y el oficiante, una poesía de Rainer María Rilke. Aquí  incluyo estas dos joyas, que José Luis había dispuesto para que se leyeran en el acto.

Irradiaba alegría con su visión irónica de la vida. También, su persistencia en ver la vida desde un punto de vista filosófico. Me encantó, y escribí una reseña sobre su obra La Filosofía, medicina del alma. Tenía un estilo riguroso y, a la vez, muy claro. Ahora es el momento de hacer atractiva la Filosofía a muchos públicos, comenzando por los jóvenes.  Precisamente por no parecer práctica, es tan necesaria la filosofía, pues facilita una actividad imprescindible en la vida: pensar.

Presidente de la Asociación Catalana de Análisis Transaccional organizaba diversas actividades y también coordinaba a un grupo de filósofos. Por eso, no me extrañó que la capilla del Tanatorio estuviera llena de público.

Sus amigos de ACAT me aseguraron quela muerte de José Luis les obligaba a impulsar con más entusiasmo la Asociación. Por eso, salí del acto entristecido y, a la vez, esperanzado. Seguro que en los próximos años vamos a comprobar la influencia de José Luis.

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